viernes, 13 de enero de 2012

La tarde que me toca...

Prefiero alejarme, ahora no tengo ganas de saludar, si quiera de estar con nadie. Un paseo solo con la excusa de ir a dar algo me parece perfecto en este momento.
La extraña sensación de anhelar sonreir cuando solo quiero llorar...
Quizás estas lágrimas sirvan para algo, pero lo más seguro es que no sirvan para nada. A nadie le importan, puede que nisiquiera a mi. Al fin y al cabo, ¿de qué sirve expresar mi dolor? No por hacerlo va a desaparecer...
Pero a pesar de todo, no puedo evitar estas horribles ganas de llorar, de llorar hasta que salga la última gota de dolor de mi corazón. Porque como decia Warcry "olvidé lo que eras para mi y ahora solo queda un dolor sin fin"
La tarde pinta fria, y no me refiero solo a la temperatura. Y seguro que la noche lo será aún más... Genial, es lo que me faltaba, no me sentía solo ya de por si para que encima tenga que pasar frio en este parque plagado de recuerdos.
Y ahí están todos, en la distancia. Si se acercan, me alejo. Prefiero ser un antisocial a que me vean amargado. Prefiero que piensen que no necesito a nadie a que descubran la verdad. Así al menos no se darán cuenta de porque estoy mal.
Nisiquiera me atrevo a levantar la mirada para ver si ya ha llegado. Tampoco cambiaría la cosa, así que...
Este frio me hace temblar por Dios. Quizás sea una señal para que me vuelva pronto a casa. De hecho, ahora mismo preferiría la tranquilidad de mis paredes azules a esto. ¿Para qué he venido? Podría estar en mi casa haciendo que me chifla Aristóteles cuando en realidad mi mente forma nuevos mundos a partir de mis libres pensamientos, aunque solo sea para que luego mi parte realista los destruya, los reduzca a cenizas.
Y vaya, los minutos parecen que se aferran al presente, sin querer caer en el pasado (me siento identificado), esas pequeñas medidas de tiempo parecen disfrutar al verme sufrir bajo los momentos que cada uno de ellos encierra.
Por suerte, parece que el mundo se ha olvidado de mi por un momento, el suficiente para poder congelar mi corazón a solas.
Oh... Justo levanto la cabeza y miro al grupo y cuando miro alrededor, es para verles besarse en ese banco. No quiero mas tarde. Ya no...

No hay comentarios:

Publicar un comentario