miércoles, 11 de enero de 2012

No debería pero

Recuerdo tu sonrisa y me surge el anhelo de abrazarte. No puedo evitarlo, es tan agradable...
A mi mente le gusta imaginar tu alegre rostro a pocos centímetros del mío, en ese instante previo a un beso.
No sé que comentar de esos sueños donde nuestros labios se tocan, son tan reales. Quizás más por el deseo de que ocurra de verdad, que parece crecer día tras día.

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