No sé porqué, todo el mundo vive y habla del nuevo año como si de un día a otro todo cambiara. Enserio, no sé, será que (como siempre) no entiendo las cosas como son, pero yo la vida no la vivo por temporadas, años, meses... Yo prefiero vivirla día a día, intentando exprimir al máximo cada momento de alegría que tengo.
Y bueno, digamos que mi modo de vivir la vida no me ha llevado TAN mal. Tengo muchos fallos sí, pero intento compensarlos con intentar hacer felices a los demás. Me falta experiencia, pero intento compensarlo con ilusión y perseverancia.
Quizás ahora me haya fallado lo que yo pensé que era un verdadero amor correspondido (quizás no fue el adecuado, aunque mi corazón se empeñara en que si), al igual que también he descubierto que mucha gente no es como dice ser, y que no todos los que parecen ser tus amigos lo son. Pero de todo se aprende. He aprendido que no debo volver a arrastrarme por nadie, que no debo dejar que pisoteen lo que tengo ni que hagan lo que quieran con mis sentimientos (si queréis unos, los compráis e_e). Y mirad, me importa una mierda lo que penséis de mi vida. Podéis darme vuestra opinión, y yo la escucharé gustoso, pero no se os ocurra intentar cambiar mis decisiones. Porque no os mando a la mierda porque... pues no sé porqué (Me estresa mucho que me digan que tengo que hacer o como hacerlo en asuntos que no son sino míos).
Y sí, me importa una mierda que mis demonios sean mentiras, que mis dioses no existan o que la vida sea una perra (como decía aquella canción de Falling In Reverse), la verdad es que si con ellos logro tener una meta y algo por lo que seguir adelante, sería mejor que os vayáis a pisar chicles por la calle, porque ya nunca más dejaré que mis sueños vuelvan a morir por quien no deben. Ay, no sabéis lo mucho que me han enseñado estos 5 días. El dolor a veces logra forjar algo más que más indiferencia.
Recordad esto, amo demasiado las pequeñas cosas que no dependen de la gente como para dejar de vivir a mi manera. Puedo pasarme horas mirando las nubes pasar, puedo dormirme con el simple sonido del viento al mecer la hierva, no sabéis lo que me fascina cada una de las estrellas de las noches sin luna, ni los mares sobre los que se refleja esta las noches que aparece. Amo el crujir de las hojas secas bajo mis tenis, y como el sol calienta mi piel bajo su anaranjada luz del amanecer en mis paseos matutinos, al igual que las tímidas llamas de las hogueras ronronean al convertir lo que ya no sirve en algo nuevo (me refiero al fuego como parte de un ciclo de vida, no como elemento destructor).
Y ante todo, prefiero el picante de la soledad al amargor de la mala compañía. Pero eso si, cuidaré de los que me proporcionan la mejor compañía que pude desear jamás.
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