viernes, 2 de marzo de 2012

Destino

No eres eso inamovible que todos dicen.
No son tus deseos lo que deciden el rumbo de mi vida.
Quizás creas que puedes manejarme a tu antojo con tus "designios". Jamás lo lograrás.

Una vez creí en ti, en que siempre recompensas al luchador y castigas al villano. Pero todo era mentira.
Eres una bella dama de pálido rostro y oscuros ojos, caprichosa como el viento y cambiante como el mar. Cautivas a los hombres con tus cantos de sirena, para abandonarlos sin piedad, no sin antes arrancar sus corazones.

Pero no me ganarás Destino. Yo cuando me propongo algo lo cumplo aunque me cueste la vida. Me he propuesto una vida con ella. Y casi la tenemos. Este verano te obligaré a rendirte.

Y por una vez, serás tú quien esté derrotada. Porque la amo, y eso es algo que no puedes vencer.

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